Ganadera La Huella es una empresa agropecuaria de capitales alemanes que se formó en 2011 y explota unas 33.500 hectáreas de pasturas con núcleo en Teniente Pico, en un sistema de ciclo completo cerrado y bajo un programa estratégico de alimentación.
Actualmente cuentan con 23.500 hectáreas propias de pasturas para la cría, y 10.000 hectáreas arrendadas, 5.000 para la recría y 5.000 para la invernada en pasturas y corrales de engorde.
El Ing. Agro. Abel Bobadilla, gerente de producción de La Huella, dijo a Valor Agro que la producción es un ciclo completo cerrado, donde la recría de hembras y machos es con un cien por ciento de animales propios, mientras en la cría “cada tanto” salimos a la compra “porque venimos en pleno crecimiento”.
Con un rodeo aproximado de 30.000 cabezas, Bobadilla contó que en 2017 se sirvieron 7.000 vacas, en 2018 unas 10.300, en 2019 unas 13.000 y para este año se prevén llegar a los 18.000 vientres. En 2019/20 alcanzaron un 87% de preñez con un 73% de marcación al destete.
El fardo es la base de la suplementación invernal y entre los tres campos cuentan con 1.050 hectáreas para la producción de los mismos. El año pasado obtuvieron un rendimiento de 10 fardos por hectárea y el año anterior 17 fardos.
El responsable de producción de La Huella dijo que la suplementación estratégica con fardos se complementa con sales proteicas de Granusa: “Es una herramienta muy interesante, Granusa es una de las empresas con más experiencias en la aditivación de animales en pasturas en el Chaco y juntos encontramos respuestas rápidas para sobrellevar una infinidad de variables”, resaltó.
En la recría, Bobadilla contó que los animales ingresan al destete con un peso de 270 kilos para los machos y de 250 kilos para las hembras. “La suplementación con sales proteicas se extiende por 150 a 180 días y estamos proyectando una ganancia de 350 gramos por día, el año pasado obtuvimos 290 gramos”, detalló el especialista.
Aseguró que la planificación es “muy importante” porque “dependiendo de la zona, por ejemplo, determinado por la calidad de agua, la respuesta de los productos es muy variable”. Y agregó: “En el mismo campo hay productos que responden muy bien en una zona, pero te alejas algunos kilómetros y el efecto es distinto, por tanto es necesaria una atención personalizada en cada región”.
Finalmente, explicó que la terminación de la hacienda se realiza a pasturas y a confinamiento, una discriminación con el objetivo de descargar rápidamente las pasturas para recibir desmamantes y balancear las cargas. Para el confinamiento, la suplementación se basa en la dieta de grano entero de Granusa.
Bobadilla dijo que en la empresa se tenía previsto ampliar la capacidad de encierro en este año, pero la situación de precios hizo retraer esa expansión. “Nuestro punto de equilibrio para encerrar animales es de US$ 2,50 por kilo carcasa y en ganado de pasturas es de US$ 2,30, aproximadamente”, indicó.
Fuente: Valor Agro.
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